¿Estás a punto de dejar atrás la idílica y maravillosa veintena para pasar cruzar el umbral que te llevará al mundo de la treintena? No te deprimas, los treinta son la mejor edad para una mujer. Pero para estar todavía más espléndida, empieza a cuidar más tu salud. El día de mañana tu cuerpo te lo agradecerá.
Ahora que has cumplido los 30 es un buen momento para empezar a cuidarte. Pero no todo es lucir un aspecto físico envidiable, unos músculos trabajados, una piel de escándalo o una figura de infarto. Nada de esto tiene sentido si no mimas, además, tu salud. A esta edad, aunque todavía no existen problemas significativos, sí es necesario comenzar a prestarse atención para afrontar el futuro con las defensas al máximo. Una buena alimentación, un control médico periódico y ejercicio físico serán tus aliados.
Si sigues estos pasos tan sencillos, te mantendrás fuerte y sana y esto se reflejará en tu cuerpo. ¡Haz que no pasen los años por ti!
¿Qué tengo que hacer para cuidarme?
¡Por fin has llegado a la mejor etapa de la vida de una mujer: los 30! Gozas de estabilidad física y mental y, sobre todo, de buena salud… a pesar de que hasta ahora no has hecho nada para mantenerla. Pero también es el momento de empezar a cuidarte más. Ten en cuenta que debes estar preparada para los cambios que a partir de ahora se van a ir produciendo en tu cuerpo. Para eso tendrás que ser constante en tres puntos: revisiones médicas, alimentación y ejercicio.
Revisiones médicas periódicas
¿Cuándo fue la última vez que fuiste al médico?, ¿te has tomado alguna vez la presión arterial?, ¿sabes cuál es tu nivel de colesterol? Si no sabes ni quién es tu médico de cabecera, quizá va siendo hora de que te presentes. Llevar un control sobre tu estado de salud puede ayudarte antes de que se presente algún problema grave.
Pero, ¿sabes cuáles deben ser las revisiones médicas obligatorias a tu edad?
Chequeo anual
Muchas mujeres cuidan mejor sus coches que su propio cuerpo. Igual que se lleva el coche al taller periódicamente para hacerle una revisión con la finalidad de evitar males mayores, debes hacer lo mismo con tu salud. No hay que esperar a sentir dolores o molestias, todas las personas deben hacerse un chequeo al año para ver cómo andan de salud y no esperar a que los problemas aparezcan y sea demasiado tarde para solucionarlos.
Un buen chequeo médico ha de incluir:
· exámenes de sangre y de orina, para analizar, entre otras cosas, el colesterol, estado de los riñones y el hígado, la creatinina, el sodio, el azúcar, el ácido úrico, la glucosa… · radiografías de tórax y pruebas de espirometría, para detectar problemas pulmonares, tumores, tuberculosis, infecciones… · ecografía de abdomen, para revisar hígado, riñones, bazo, vejiga · electrocardiograma…
Con los resultados en la mano, el doctor te dará las recomendaciones oportunas para prevenir la aparición de ciertas enfermedades o para curar en el caso de que ya se hayan manifestado.
Revisiones ginecológicas periódicas
Todas las mujeres han de someterse a revisiones ginecológicas periódicas, más aún si se tienen relaciones sexuales o si se han tenido hijos, para descartar la existencia de alguna enfermedad de transmisión sexual, algún problema morfológico o de salud.
Normalmente en la primera visita el médico te abrirá la historia clínica, que contendrá todos tus hábitos de vida y sexuales. A continuación realizará una exploración física de mamas y genitales externos e internos y tomará una muestra de tejido en una citología. Una vez finalizada la exploración, valorará los resultados y te dará las recomendaciones necesarias si existiera algún problema o pudiera existir.
Según la doctora Marina Gómez Espi, oncóloga y radioterapeuta, “los 30 años no son una edad crítica en lo que respecta a salud ginecológica. Los problemas comienzan a los 40 años, cuando se inicia el climaterio. Sin embargo, y no se sabe muy bien por qué, cada vez se están dando con mayor frecuencia cánceres de mama y de cerviz en mujeres de esta edad.” Ante esto la doctora nos recomienda “estar siempre alerta de cualquier alteración en la menstruación que nos pueda indicar que existe un problema. También es bueno practicar en casa la autopalpación de mamas de forma periódica para detectar bultitos a tiempo antes que se desarrolle un cáncer o tumor”, afirma la doctora.
Para Marina Gómez “a los 30 años es suficiente someterse a las revisiones ginecológicas cada dos años, más cuando no se ha tenido nunca un problema. Pero a partir de los 35 es necesario acudir todos los años”.
Una boca en perfecto estado
Por último, es fundamental acudir anualmente a la consulta del dentista (sobre todo si se está embarazada) para evitar enfermedades como la gingivitis, caries o periodontitis, que den al traste con una sonrisa bonita. Además, deberás realizarte una limpieza bucal al año para eliminar el sarro causante de muchas de estas enfermedades.
Una dieta sana y equilibrada
Tus necesidades nutricionales no son las mismas que cuando tenías 20 años. Tu metabolismo evoluciona con la edad, por eso el cuerpo necesita más unos alimentos que de otros, para que le aporten los nutrientes necesarias para ese momento de tu vida. Lo mejor es llevar una dieta sana y equilibrada, que no sólo te ayudará a mantener una apariencia joven sino que contribuirá a prevenir ciertas enfermedades.
A los 30 años los mejor es llevar una dieta rica en:
· Antioxidantes. Es bueno que des prioridad a los antioxidantes, sustancias que combaten el deterioro de las células, fortalecen el sistema inmune y retrasan el envejecimiento. ¿Dónde encontrarlos? Especialmente en frutas y verduras. Así conseguirás mantener a raya enfermedades de tipo coronario, diabetes o ciertos tipos de cáncer relacionados con la mala nutrición.
· Vitamina B y proteínas. Para mantener la piel en buenas condiciones, la vitamina B será tu gran aliada. La encontrarás en la leche, yogur y en los cereales (si te preocupan los kilitos de más, puedes tomarlos desnatados o integrales). Estos alimentos, además de suministrarte una buena dosis de vitaminas, también te aportarán el calcio suficiente para prevenir la osteoporosis el día de mañana. También debes incluir entre tu dieta alimentos ricos en proteínas como las carnes magras, el pollo y el pescado para mantener a punto las células de tu cuerpo.
Consejos.
Loles Vives, Bióloga y Master en Dietética y Nutrición, te da los siguientes consejos nutricionales para mantenerte sana y no engordar:
- Potenciar el consumo de verduras y hortalizas - reducir al mínimo el consumo de todos los alimentos ricos en azúcares refinados, es decir, los dulces en general - moderar las cantidades de alimentos feculentos, tales como pan, arroz, pasta, patatas… - reducir al mínimo el consumo de cualquier tipo de bebida alcohólica - beber mucha agua, incluso durante las comidas, porque NO engorda - no abusar de la sal - tomar mucha fibra - y comer cinco veces al día, de forma controlada, sin ingerir grandes cantidades.
Es importante que sigas estos consejos, ya que la alimentación juega un papel determinante en la salud. Demasiada grasa o azúcar pueden acarrear serios problemas como enfermedades del corazón o diabetes.
domingo, 27 de enero de 2008
Salud y Belleza a los 30
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