lunes, 21 de enero de 2008

Si tu hija adolescente va a tener un bebé

Si tu hija adolescente está por convertirse en madre, puede resultar abrumador tanto para ella como para ti. ¿Cómo puedes brindarle apoyo a tu hija durante los cambios y los desafíos que le esperan?

Lo que puedes estar sintiendo

Los padres experimentan una amplia variedad de reacciones cuando se enteran de que su hija adolescente va a tener un bebé. A algunos la noticia los deja estupefactos y perturbados, y están enojados con su hija por su irresponsabilidad. Algunos se sienten decepcionados y entristecidos, porque saben que los sueños que tenían para su hija están por cambiar para siempre. Otros se preocupan por el futuro: ¿Podrá su hija adolescente manejar las exigencias de la maternidad? ¿Terminará la escuela? ¿Podrá ir a la universidad? ¿Conseguirá trabajo?

Ya sea que experimentes uno o todos estos sentimientos, no estás sola. Éste suele ser un momento difícil en la vida de prácticamente cualquier familia. Lo importante es que te des cuenta de que ahora tu hija adolescente necesita de ti más que nunca. Es sumamente importante que puedan comunicarse (especialmente, cuando las emociones resultan abrumadoras). Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales respecto de su salud, y tu hija tendrá un embarazo más saludable (tanto desde el punto de vista físico como del emocional) si sabe que no está sola. Sin el apoyo de los padres, algunas adolescentes son más propensas a tomar decisiones equivocadas con consecuencias aún peores (como escaparse del hogar).


Lo que puede estar sintiendo tu hija adolescente

Hasta hace poco, la preocupación más grande de tu hija quizás haya sido salir con sus amigos y pensar qué ropa ponerse. Ahora tiene que hacer frente a las náuseas y a las visitas al médico. Si tu piensas que su mundo cambió por completo, ¿puedes imaginarte lo que siente tu hija adolescente?

La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y, a menudo, se sienten aterradas cuando esto ocurre. Muchas adolescentes, especialmente las de menor edad, mantienen sus embarazos en secreto, porque tienen miedo de la ira y el desencanto de sus padres. Algunas pueden llegar a negarse a sí mismas que están embarazadas; en estos casos, es aún más importante que los padres se involucren y consigan atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de adolescentes, particularmente las de menos edad, se consideran de alto riesgo, ya que sus cuerpos no han terminado de crecer y aún no han madurado por completo.

Los adolescentes varones que se transformarán en padres también necesitan la ayuda de sus padres. Aunque algunos pueden aceptar la oportunidad de tomar parte en la llegada del hijo, otros se sienten atemorizados o culpables y es posible que necesiten apoyo para asumir sus responsabilidades (el padre es legalmente responsable del sostén económico del hijo en todos los estados). Sin embargo, esto no significa que debas presionar a tu hijo o hija adolescente para que se case, si no es lo que desea. Ofrécele tu consejo, pero recuerda que imponer tu opinión o amenazar a un adolescente puede, a la larga, volverse en tu contra. En estos casos no existe una única solución. La comunicación sincera entre tuy tu hijo adolescente será de ayuda en el momento de pensar en el futuro.


Preparación para las nuevas responsabilidades

Si bien, en nuestra sociedad, gran parte del estigma asociado con la paternidad en la adolescencia ha disminuido, no es fácil tener un bebé (incluso con el apoyo de los padres). Hay muchos temas prácticos que deben tenerse en cuenta. ¿Tu hija se quedará con el bebé o analizará la posibilidad de entregarlo en adopción? Si decide quedarse con el bebé, ¿lo criará ella misma? ¿Continuará yendo a la escuela? ¿El padre participará activamente en la vida del bebé? ¿Sobre quién recaerá la responsabilidad económica del bebé?

A menudo, las respuestas a estas preguntas dependen del apoyo que recibe tu hija adolescente. Algunas adolescentes crían solas a sus hijos; algunas cuentan con la ayuda del padre del bebé y otras recurren al apoyo de su familia. Como padre, es necesario que pienses en su propio nivel de compromiso y participación, y que lo converses con tu hija. ¿Cuánto apoyo (financiero y de otro tipo) estás dispuesto a ofrecer? ¿Tu hija y su bebé vivirán contigo. ¿Ayudarás a pagar los alimentos, la vestimenta, las visitas al médico y otros elementos necesarios, como un asiento para el automóvil o un cochecito? ¿Puedes ayudar con el cuidado del bebé mientras tu hija adolescente está en la escuela y/o trabaja? Un asistente social te puede ayudar a ti y a tu hija a resolver algunos de estos temas.

En la medida de lo posible, es mejor que las adolescentes embarazadas terminen la escuela para que puedan conseguir mejores trabajos y generar una mejor vida para ellas y su bebé. Esto no es sencillo; el 80% de las adolescentes embarazadas abandonan la escuela. Pero retomar los estudios después de abandonarlos es aún más difícil; por lo tanto, si puedes ofrecerle a tu hija el apoyo que necesita para continuar estudiando, tanto ella como el bebé se verán beneficiados. Averigüa si existen programas comunitarios o escuelas que ofrezcan servicios especiales para madres adolescentes, como guardería, paseos o tutoría.

Ayuda a tu hija adolescente a comprender que, si bien es muy gratificante tener un bebé, no siempre es divertido; cuidar de un bebé es una gran responsabilidad y un compromiso de por vida. Prepara a tu hija adolescente para la realidad de que no tendrá mucho tiempo para las cosas que solía hacer: su vida está a punto de cambiar y el bebé pasará a ser la prioridad.

Como madre puedes tener un gran impacto en la vida de tu hija adolescente y de su bebé. Es posible que aún desees que tu hija hubiera hecho elecciones diferentes. Pero si le brindas apoyo a tu hija adolescente, asegurándote de que reciba un buen cuidado prenatal, y prestando atención a sus miedos y ansiedades, ambos descubrirán que serán mejores padres.

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