lunes, 21 de enero de 2008

¿Sexo Durante el Embarazo? ¡¡Si!!

Es sabido que muchas mujeres sienten temor de tener relaciones sexuales durante el embarazo. Su principal miedo es pensar que le pueden ocasionar algún daño al bebé o a sí mismas. A menos que el médico lo indique concretamente, no hay ninguna razón para abstenerse. Las relaciones sexuales no sólo no dañan al producto, sino que son sumamente recomendables durante el embarazo. Aquí le diremos las precauciones que debe tomar y también los benéficos de hacer el amor durante el maravilloso estado de gravidez. Estamos seguros de que después de leer este artículo se sentirá más relajada en la intimidad y podrá gozar “casi” plenamente de su sexualidad con su pareja. Recuerde que él tampoco soportará demasiada abstinencia, así que es hora de desvanecer sus dudas. Es justo ahora cuando puede concentrarse sólo en disfrutar del sexo sin preocupaciones.

¿Es común que una mujer embarazada se niegue a tener sexo?

Existen dos razones fundamentales por las que la mayoría de las mujeres se abstienen de tener relaciones sexuales durante el embarazo:

1. La primera es por miedo a dañar al bebé. “Algunas mujeres temen que el bebé sufra un golpe si tienen relaciones sexuales. Esto no es posible porque el feto está suspendido en un saco lleno de líquido amniótico que lo protege de cualquier tipo de golpe o magullón”.

2. Otra de las razones por la que las mujeres se abstienen es porque sienten vergüenza por sus exageradas curvas; es posible que no deseen que su pareja las vea desnudas. En este caso, ellas deben saber que su cuerpo está cambiando por una razón bella. De ninguna manera se deben sentir avergonzadas de su cuerpo; al contrario, deben mirarlo con ternura porque en él se desarrolla una vida que es producto del amor entre ella y su marido. Vivan su sexualidad plenamente y conviertan el embarazo en algo que los une como nunca.

Cada pareja vive su sexualidad a su modo

Por lo general, durante el embarazo la curva del apetito sexual comienza siendo baja; tiene su punto álgido a mitad de la gestación y vuelve a descender al final de la misma. Debido a que la futura madre suele centrar su atención en la llegada del recién nacido, relega la sexualidad a un segundo plano, sin contar con que el cansancio y la pesadez son molestos. Sin embargo, en este período cada pareja vive la sexualidad en forma diferente. Hay mujeres embarazadas que se asombran al descubrir que su libido se ha disparado inexplicablemente; otras se cuestionan en qué momento perdieron el deseo sexual y muchas más ni se detienen a pensarlo debido a que apenas han notado cambios en su nueva condición. Para aquellas mujeres para las que el sexo nunca antes había sido tan placentero como durante su embarazo, ocurre lo siguiente: “en la mujer, el estímulo se logra más rápidamente debido al alto nivel de las hormonas circulantes, y la total excitación sexual se alcanza en menos tiempo que cuando no hay embarazo”. Muchas partes del cuerpo como los senos, pezones y órganos genitales son más sensibles debido al desarrollo considerable de los órganos reproductores que se vuelven más susceptibles a la excitación que antes. Todo ello unido a que se olvidan de los anticonceptivos, a que el cansancio disminuye y la desaparición de las primeras molestias (vómitos, náuseas y mareos, entre otros) les permite disfrutar el sexo con mayor plenitud. Cuando las mujeres experimentan una disminución de deseo, lo cual es más frecuente durante el primer o tercer trimestre del embarazo, la causa pueden ser las náuseas al comienzo de la gestación, y el cansancio y el gran volumen corporal hacia el final de la misma. Sin embargo, aunque no haya deseos de hacer el amor, la pareja debe buscar otras formas de mantener la intimidad.

¿El sexo conlleva algún riesgo?

Ninguno. Si el embarazo de una mujer se desarrolla normalmente, no hay razón alguna para que ella y su compañero no disfruten de relaciones sexuales justo antes del alumbramiento. A menos que tenga antecedentes de algún aborto o síntomas de amenaza, no tiene por qué abstenerse. Por otro lado, también está comprobado que el corazón hace mayor esfuerzo en un día de trabajo que para alcanzar un orgasmo; además, la presión sanguínea durante la actividad sexual no alcanza niveles de riesgo. Si una mujer encinta cuida su higiene personal, tiene relaciones solamente con su pareja y cuando o desee y sin mucho esfuerzo, no habrá nada que le impida tener contacto sexual durante los meses de gestación.


¿Las relaciones sexuales afectan al bebé?

No existen datos que confirmen que las relaciones sexuales sean nocivas par el producto. El futuro bebé se encuentra protegido por el líquido amniótico (que es un excelente amortiguador) y por las membranas fetales. Una vez que el feto esté firmemente adherido al útero de su madre, no habrá manera de que las relaciones puedan producir un aborto espontáneo. El útero está aislado por completo por un pliegue de mucosa, así que el coito no provocará una infección siempre y cuando ambos miembros de la pareja tengan una buena higiene sexual.

Posiciones sexuales durante el embarazo

Respecto a las posiciones sexuales durante la gestación puede optar por la que más le agraden. Notará que conforme avance el embarazo y el volumen del vientre crezca, tendrá que elegir aquellas que le sean más cómodas. Aquí le damos algunas sugerencias para que ensaye algunas posiciones. Además, le recomendamos que le pida a su pareja que no penetre demasiado.

Penetración desde atrás:
También se le llama posición de “cuchara” . La pareja debe estar acostada de lado, ella dándole la espalda al hombre. Esta postura es la más cómoda y se puede recurrir a ésta durante todo el embarazo, pues él no ejercerá presión sobre ella y podrá acariciar el vientre de su esposa.

Posiciones de lado:
Hay otra variante en la forma de hacer el amor de lado para la mujer embarazada. En esta posición, la mujer está acostada boca arriba y el hombre comenzará a curvarse muy cerca de la mujer mientras que ella coloca sus rodillas sobre sus muslos. Desde esa postura, él la toma desde abajo y la penetra con suavidad. Ella debe mantener sus piernas muy juntas para que el miembro viril no se resbale y se salga. Esta posición permite a la pareja mantener contacto visual todo el tiempo y tienen libertad para besarse.

Él arriba:
Esta posición es conocida como “la misionera”. Consiste en que el hombre se acuesta sobre la mujer, dejando un poco de espacio entre las caras para no presionar su vientre. Es aconsejable que hasta el segundo trimestre del embarazo el hombre tenga la precaución de no cargar su peso sobre el vientre de ella. A medida que el volumen de éste aumente, es posible que en esta postura la penetración sea incompleta pero satisfactoria.

Ella arriba:
Esta posición es justo lo opuesto a la anterior. Ahora ella se pone encima de él con las rodillas apoyadas sobre la superficie, dejando un poco de espacio para no oprimir el vientre. Esta posición es aconsejable hasta el quinto mes. La mujer puede controlar los movimientos durante la penetración, lo cual puede resultarle muy satisfactorio pero agotador. En esta posición, ella puede usar sus manos con libertad sobre su compañero, ya sea para acariciarlo o para tocar sus genitales.

Posiciones sentados:
En esta postura la mujer se sienta encima del hombre, viéndose a la cara. Esta posición es recomendable en el primero y segundo trimestre del embarazo. Al no permitir mucho movimiento, es cómoda para ambos y evita la presión sobre el abdomen. Además, si la penetración profunda causa problemas, la mujer puede controlar en gran medida el alcance de la misma y puede ajustar su postura para estar cómoda y poder acariciarlo. Aunque el movimiento es muy limitado, es una posición muy íntima.

Cuándo NO tener relaciones sexuales:
Las razones por las que no puede tener relaciones sexuales durante el embarazo son:

Si están contraindicadas por el médico.

Cuando haya hemorragias. Quizá no sea nada serio, pero el médico debe descartar la posibilidad de que se trate de una placenta previa o de un aborto espontáneo.

Si es que ha habido abortos espontáneos anteriormente. A reserva de lo que indique el médico, lo aconsejable es abstenerse de tener sexo durante los primeros meses hasta que el embarazo sea seguro.

Cuando haya flujo con sangre o se rompa la bolsa de líquido amniótico, pues esto podría provocar algún tipo de infección.
La actividad sexual excesiva puede favorecer infecciones en la madre. Esto puede ocurrir en los sectores en los que influyen factores como falta de higiene y promiscuidad.

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