La primera papilla (desde el 6º mes). Para la comida de mediodía:
200 ml. de caldo vegetal sin sal hecho con una papa y una zanahoria y, más adelante, añadiendo calabacita.
Se hierven los ingredientes durante unos 45 minutos en dos tazas de agua y se apartan las verduras.
Se le agrega al puré dos o tres cucharadas de harina de arroz o de maíz (se adquieren en en el supermercado).
La zanahoria se licúa con un poco del caldo vegetal. Después de tres días, prepara la papilla con otro tipo de verdura, pueden ser calabacitas y sigue dándole la de zanahoria.
Si no hay reacciones añade una nueva verdura al puré preparado con las verduras utilizadas para hacer el caldo, hasta llegar a incorporarlas todas en unos quince días.
Para el octavo mes, añade a la verdura un puré de carne (si el niño corre el riesgo de ser alérgico, porque lo es uno de sus padres, es conveniente introducir el pollo en primer lugar).
La segunda papilla
Después de unas tres semanas de papilla en la comida, se podrá sustituir la toma de la noche por una segunda papilla de fruta, elaborada con manzana cocida y un poco de agua. Igual que la primera se la daremos tres días seguidos y luego introduciremos otra, por ejemplo pera.
De esta manera, aproximadamente un mes después de la ablactación (siete meses de edad), la jornada alimentaria de nuestro pequeño estará compuesta por:
A las 8 de la mañana: leche de la mamá o de continuación, sin añadir azúcar ni miel.
Al medio día: papilla de verdura con carne y leche de postre.
A las cuatro de la tarde: leche materna o de continuación y papilla de fruta
A las 20 horas: papilla de cereal sin gluten (arroz) y leche de postre.
De 7 a 9 meses
Además de seguir con la leche de la mamá o la de continuación (no añadir azúcar ni miel), a partir del séptimo mes, se pueden intentar introducir en la dieta del niño los cereales que contienen gluten, como el trigo y las papillas de multicereales, e introducir progresivamente nuevas verduras molidas.
Entre el séptimo y el octavo mes se introduce el pescado (en primer lugar, los que provocan menos alergias, como el lenguado y la trucha). Al principio, se muele y, después, se cuece al vapor, se desmenuza y se alterna con la carne de la comida del mediodía.
Para merendar lo mejor es un yoghurt natural con fruta (manzana, pera, plátano).
Cuando cumple el octavo o el noveno mes, se pueden introducir en la papilla legumbres trituradas en lugar de carne y queso (lentejas, frijoles, ejotes y chícharos). En el mercado, existen papillas de legumbres para la ablactación que se preparan en pocos minutos.
Para disminuir las molestias por la salida de los dientes, le podemos dar un pedazo de bolillo o una galleta salada. Alrededor de los 10 meses, se puede iniciar la introducción de cítricos, que se añaden a la fruta rallada. En cuanto al jugo de naranja, es mejor esperar a que el pequeño cumpla un año de edad para dárselo.
A partir de un año
Alrededor de los 15 meses de edad, el crecimiento del bebé se hace más lento, pero aumenta la necesidad de elementos nutritivos importantes como el calcio, el flúor, el hierro, los ácidos grasos esenciales y la vitamina E. Asimismo, el niño es capaz de masticar trozos de comida de un tamaño cada vez mayor.
Te enumeramos los alimentos que puedes añadir a su dieta para que, cada vez, sea un poco más variada:
Queso suave en pequeños trozos.
Pedacitos de pan.
Pasta de un tamaño cada vez más grande, ya sea sola o con tomates.
Verduras en trocitos y purés de legumbres.
Trocitos de carne y de pescado (puede ser incluso los que se cocinan para los papás).
Un huevo entero cocido.
Pollo sin grasa, ni piel.
Fruta variada (los cítricos son excelentes por su contenido en vitamina C).
lunes, 21 de enero de 2008
Las papillas del bebé mes a mes
en 2:56
Etiquetas: Maternidad
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