La rebeldía es una etapa en la adolescencia que se caracteriza por una actitud violenta y opuesta a los limites establecidos, y los enfrenta muchas veces a quienes no entienden con exactitud cual es la intención de esa postura.
La personificación de los enemigos adolescentes es inevitable. Muchas veces los padres, los profesores, o personas de su entorno, ocupan el lugar de lo que los adolescentes toman como opuesto, en lugar de quienes defienden conductas, estructuras, ideas, valores, etc.
Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas, murmurando, gritando, reclamando, y en su comportamiento hostil traducido en violencia física directa (hacia otras personas, las peleas son muy comunes entre los jóvenes) o destruyendo objetos como símbolo de su bronca y desencanto.
Sin embargo estas actitudes rebeldes de los adolescentes pueden llegar a ser valiosas y positivas. Lo único que debemos buscar es que la manera en que la manifiesten sea con un ambiente de cordialidad y mucho tono humano.
Es muy importante entonces, saber canalizar esta energía y aprovecharla para ayudar a que el joven se convenza de que su actitud no debe estar establecida por la broca hacia una idea, sino por una convicción propia.
Según algunas publicaciones, existen cuatro tipos de rebeldías: la rebeldía regresiva que nace del miedo a actuar y se traduce en una conducta de encogimiento, de reclusión en sí mismo, en el que el adolescente adopta una postura de protesta muda y pasiva contra todo.
Un segundo tipo de rebeldía es la agresiva que, a diferencia de la anterior se expresa de forma violenta. Es propia del débil, de quien no pudiendo soportar las dificultades que se presentan en la vida diaria intenta aliviar su problema haciendo sufrir a los demás.
Un tercer tipo de rebeldía consiste en ir contra las normas de la sociedad, bien por egoísmo y utilidad propia, bien por el simple placer de no observarlas. Es la rebeldía transgresiva.
Las tres formas descritas son rebeldías negativas que tienen su origen en la inseguridad e inmadurez del adolescente. A diferencia de ellas, la rebeldía progresiva es el signo del que sabe comprender la realidad, pero no soporta las consecuencias de la injusticia, el que trata de mejorar las reglas y no transgredirlas.
lunes, 21 de enero de 2008
Los diferentes tipos de rebeldía adolescente
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Etiquetas: Adolescentes
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