Los adolescentes, que están sufriendo cambios físicos, emocionales y sexuales, son una población muy sensible a los mensajes que llegan desde los medios de comunicación donde se asocian un aspecto físico ideal, con una imagen de autocontrol, atractivo, inteligencia y éxito. Es por ello fácil de entender que los adolescentes hagan dietas incontroladas, para alcanzar esa imagen ideal.
La detección precoz y la prevención son piezas claves para evitar que estos trastornos alimentarios progresen. Desde la escuela se puede estar atento a ciertos signos que denotan que algo no marcha bien, luego un diagnóstico profesional, dirá si se trata o no de un trastorno alimentario.
Los signos de alerta son:
Pérdida de peso llamativa o delgadez extrema.
Encontrar excusas para saltarse comida.
Comportamientos alimenticios inusuales, aplicación de ritualismo al comer.
Preocupación inhabitual para su edad en los resultados escolares; cree que los resultados nunca son lo bastante buenos.
Extrema sensibilidad a la crítica.
Preocupación inhabitual por los cambios en la rutina; poca flexibilidad y adaptabilidad.
Tendencia a ser perfeccionista.
Comunicación cerrada; tendencia a la excesiva corrección y educación para su edad. Puede estar tenso o muy animado.
Preocupación inhabitual por su aspecto físico, excesivo aseo, "ni un pelo fuera de lugar".
Abandono de amigos y actividades; inmersión poco habitual en una actividad específica excluyendo otras.
Comportamientos inusuales o compulsivos, especialmente los relacionados con la comida.
Cambios de temperamento.
Conversa demasiado sobre el peso o el aspecto físico, suyo o de otros.
Baja autoestima.
Qué hacer cuando se detecta un problema en el aula
Consultar con especialistas para programar la alimentación de los alumnos y dejar tiempo suficiente para realizar todas las comidas.
Enseñar a los estudiantes que existen distintos tipos de cuerpos y pesos. En particular, las características mediterráneas suelen estar alejadas de ciertos modelos que les proponen.
Enseñar a los estudiantes el papel de la grasa en el cuerpo. La grasa forma parte del sistema que nos mantiene vivos. Explicarles el peligro de las dietas incontroladas. Sin asustar, informando.
Hacer hincapié en la comunicación, la autoestima y la confianza en sí mismo. Esto le dará fuerza a resistir la presión de sus compañeros y la sociedad que les invita a cambiar para ser "perfectos" o para tener cierto aspecto.
lunes, 21 de enero de 2008
Prevenir la anorexia y la bulimia nerviosa
en 3:27
Etiquetas: Adolescentes
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