Uno de los síntomas clásicos del embarazo, son las náuseas. Las náuseas se producen durante los tres o cuatro primeros meses de embarazo. Son provocadas por cambios en el funcionamiento del aparato digestivo de la mujer. Estos cambios son producto de la aparición de las hormonas placentarias, especialmente la gonadotrofina coriónica y la progesterona.
Estas hormonas hacen que el proceso digestivo sea mucho más lento y por esta razón los alimentos permanecen más tiempo en el estómago.
Son muy frecuentes en el primer embarazo, y especialmente durante la mañana antes del desayuno, aunque a veces pueden aparecer en cualquier momento del día.
Otros factores que producen nauseas pueden ser el estrés, las pastillas de hierro, la indigestión, o bien los olores fuertes. Tienen también un componente psicológico importante, que a veces resulta predominante. Esto se ve en los casos de miedos relacionados con posibles enfermedades en el bebé o temores al parto, ya sea por dolor o por la inminente responsabilidad de ser madre, con todos los cambios que llevará aparejada esta nueva situación.
Pocas veces las náuseas también pueden estar asociadas a una salivación excesiva, lo que resulta mucho más molesto para la embarazada.
Los cambios o desviaciones del apetito son muy frecuentes también en las primigestas (primerizas), apareciendo a veces rechazo a las comidas preferidas con anterioridad al embarazo, o necesidad de comer compulsivamente alimentos que nunca antes le habían apetecido. Son los famosos antojos y caprichos de la embarazada.
Todas estas alteraciones digestivas van desapareciendo solas en los primeros dos o tres meses, a medida que los niveles de las hormonas disminuyen por el desarrollo del embarazo. El ritmo habitual de las comidas se va a ir reestableciendo de a poco y las náuseas desaparecerán gradualmente. Es muy importante entender que el embarazo "inunda" a la mujer de hormonas que actúan en todo su cuerpo, provocando cambios que toman un buen tiempo de acostumbramiento y adaptación.
Existen algunas soluciones que pueden ayudarte a contrarrestar estas nauseas. A continuación te detallamos cuales son:
No corras, trata de no correr para llegar a algún lugar, tómate el tiempo que corresponda para caminar.
No ingieras alimentos inadecuados, trata de no ingerir alimentos que sepas que te producen vómitos y náuseas.
Elige tus comidas preferidas, trata de elegir las comidas que más te gusten. En pocas palabras date el gusto en todos los antojos.
Come poco y más seguido, come poca cantidad de alimentos pero de forma más seguida.
Ingiere alimentos ricos en hidratos de carbono. Puedes comer galletas secas, papas hervidas, tostadas, etc.
Ingiere alimentos ricos en vitamina B6. Puedes elegir alimentos como el atún, la papas, la banana, las pasas de uva, el salvado de trigo y las semillas de sésamo.
Evita alimentos grasosos, no ingieras alimentos grasosos, ni tampoco aquellos de olor fuerte.
Evita los jugos cítricos si notas que no te caen bien.
Masca un chicle o caramelo de menta.
Toma bebidas digestivas, ingiere bebidas carbonatadas como la soda o bien algún té de menta o manzanilla.
Antes de levantarte de la cama, trata de tomar o comer algún alimento rico en hidratos de carbono, como galletitas de agua o tostadas y quédate en la cama unos 20 minutos.
No te levantes de la cama de manera brusca, hazlo lentamente.
Felizmente, son pocos los casos en los que existe una alteración de la salud debido a éstos síntomas digestivos tan frecuentes. Si tienes náuseas en exceso o si continúan luego de la semana 16 de tu embarazo, debes consultar a tu obstetra.
lunes, 21 de enero de 2008
Las náuseas durante el embarazo
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