martes, 12 de febrero de 2008

La separación y el divorcio

1. Crisis de pareja


Conflictos. Las diferencias entre la pareja pueden llevar al divorcio.


Todo matrimonio pasa por situaciones difíciles. Es normal que haya momentos duros, conflictos, desavenencias, problemas con los hijos, etc.
A veces estas desavenencias se pueden aprovechar para que la pareja sea una más y superen juntos todas las dificultades.

Es evidente que la vida matrimonial no es maravillosa toda la vida. Los principios suelen ser muy buenos, pero la vida cotidiana y el paso del tiempo pueden ir enfriando la relación.

Conviene aclarar que los problemas que conducen al divorcio, la mayoría de las veces, podrían solucionarse si se abordaran a tiempo y con empeño por parte de los cónyuges.

2. Causas


Las causas que pueden producir una separación son múltiples, como la naturaleza de la relación, las circunstancias de cada uno, problemas económicos, familiares, hijos, etc. Entre los problemas más frecuentes en toda relación de pareja destacan:
- Problemas de comunicación: La mayoría de las veces no se habla de los conflictos en su momento, se van acumulando las quejas con respecto al otro y después se discuten a destiempo.

Existe dificultad para expresar sentimientos, necesidades de afecto, y sobre todo creer que el otro sabe "leer nuestro pensamiento". Por tanto, que conoce lo que sentimos, pensamos y necesitamos. Esto es un error que se comete con mucha frecuencia y que da lugar a malos entendidos difíciles de solucionar.

- Discusiones destructivas: Falta de respeto hacia la opinión del otro, creer que uno siempre lleva la razón, no saber ponerse en el lugar del otro para comprender lo que le ocurre, etc.

- Sentimiento de abandono: En ocasiones el exceso de trabajo por parte de uno de los cónyuges y la falta de interés por la pareja hacen que se deteriore la relación, y que el otro sienta esa sensación de abandono y de soledad que le lleva a buscar una solución al margen de su pareja.

Esto en un principio se puede ver como una salida pasajera y momentánea pensando en una futura solución. Pero la mayoría de las veces no es otra cosa sino el comienzo de una ruptura, ya que los dos miembros de la pareja empiezan a tener vidas independientes, uno al margen del otro, con intereses distintos, llegando el momento en que la pareja puede ser vista como un estorbo o un freno para el desarrollo personal.

De ahí la importancia del dialogo y de buscar soluciones en el momento en que aparece el problema y no posponerlo.

- Rutina: Hacer siempre las mismas cosas, hablar siempre de lo mismo, falta de interés en lo que le ocurre al otro, la monotonía, falta de ilusión, etc.

- Decepción: Muchas parejas achacan los problemas a que ellos o ellas no se habían casado con la persona que habían conocido en un principio, se sienten chantajeadas, se produce decepción ya que se ha perdido la admiración que pudo existir en su momento.

3. Posibles soluciones


Casi todas las parejas atraviesan crisis y diferencias. Lo importante es no negar que existen los problemas y hacerles frente en su momento y con deseos por parte de los dos de solucionarlos.
- La comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya toda relación y es sorprendente ver cuantas parejas carecen de habilidades para comunicarse de forma adecuada, dando lugar a malas interpretaciones de los hechos.

Es muy importante hablar de los problemas de forma directa, sin "sobreentendidos", comentarlos en el momento y no cuando ya ha pasado tiempo, expresa lo que sientes de forma activa, no exijas a tu pareja que adivine tus deseos.

- No eludir los conflictos.

- Las manifestaciones de cariño son muy importantes, es aconsejable potenciar la ternura.

- Evitar las discusiones innecesarias y aprender a perdonar y disculpar. A veces nos enfadamos y molestamos por nimiedades.

- Lucha contra la monotonía, potencia tu creatividad y procura aportar novedades a la relación, intenta participar en la vida de tu pareja.

- Intenta recuperar la admiración que sentías al principio. Acepta a tu pareja como es, no intentes cambiarle. Es importante que se sienta aceptado y valorado por ti, resalta sus cualidades, intenta expresar sentimientos positivos.

- Comprender los puntos de vista del otro y, sobre todo, no descargar el mal humor y los problemas personales en la pareja.

Conseguir todo esto en un principio puede resultar difícil, pero es algo que se puede lograr. Es una tarea que requiere esfuerzo, pero que merece la pena intentar.

Lo importante es no perder la confianza en conseguirlo y no olvidar que es normal que haya momentos críticos. Intenta no derrumbarte. La mayoría de las veces los problemas tienen solución.

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