Veamos la lista de “eso no se hace” y decide tú mismo si eres un buen alumno o no en el gimnasio.
Espero que no te sientas identificado con muchos de estos puntos que voy a dejarles, y si es así hoy puede ser un buen día para empezar a cambiar hábitos.
Beber poca agua: la correcta hidratación es la mitad del trabajo en el gimnasio. Sin agua no hay rendimiento y pueden aparecer las lesiones. La compañía de la botella de agua es fundamental para un buen entrenamiento.
Comer nada o mucho antes de ir al gimnasio: ambas cosas son igual de malas. El no comer durante mucho tiempo antes de ir al gimnasio hará que aumente el riesgo de sufrir hipoglucemias y comer en abundancia antes desviará gran parte de tu sangre al aparato digestivo y perderás rendimiento o te puede dar un corte de digestión.
Usar vestimenta o calzado inadecuado: la comodidad es muy importante a la hora de realizar una actividad física. Una vestimenta cómoda, transpirable y de poco peso ayudará a hacer más llevadera la actividad. El calzado también es pieza importante, sobre todo en actividades tipo aerobic, spinning o carrera, donde el pie debe de estar cómodo y en un ambiente óptimo que evite lesiones.
Abrigarte demasiado para realizar ejercicio: ya vimos un post en el que se echa por tierra la teoría de que sudando se pierde peso. Sudando solo consigues deshidratarte aún más y bajar tu rendimiento.
No seguir una rutina de ejercicios o seguir siempre la misma: una rutina te organiza el trabajo a lo largo del tiempo en intensidad, ejercicios, variabilidad y se adapta a tus posibilidades. No seguir una rutina (adecuada) es ir dando palos de ciego sin saber si lo que haces es para mejorar o puede ocasionarte un sobreentrenamiento. Al igual que es importante seguir una rutina es igual de importante variar la rutina en el momento adecuado para ir mejorando y variando.
Olvidarte de los estiramientos: es un error muy común llegar al gimnasio y ponerse a hacer pesas directamente u otra actividad. Un buen calentamiento con sus estiramiento ayudará a tus músculos a ponerse a punto antes de hacer ejercicio más intenso, así evitarás lesiones y avisarás a tu cuerpo de la que le espera en los próximos minutos.
Forzar hasta sentir dolor: sobre todo al hacer pesas o estiramientos existe la creencia de que no servirá para nada si no se sufre y siente dolor. Nada más lejos de la realidad, el dolor (que no sufrimiento físico) es el último indicativo antes de una lesión. Cada uno debe de adaptar el entrenamiento a sus posibilidades y no picarse con el compañero de turno.
No respetar las pausas y días de descanso: el descanso es parte fundamental del entrenamiento. Tan importante es el hacer actividad como el descansar para que el organismo asimile ese esfuerzo y le de tiempo a reponerse y sobreponerse para estar listo la próxima vez.
Realizar una actividad intensa antes de dormir: el ejercicio demasiado intenso estimula el sistema nervioso y puede interferir en nuestras horas de descanso llegando incluso al insomnio. Si vas a hacer ejercicio antes de dormir mejor que sea una actividad de intensidad media que no agote por completo a tu organismo.
Ir al gimnasio en chanclas o sin calcetines: aparte del tema de la higiene, los calcetines nos protegen de rozaduras. Junto con el calzado, los calcetines forman un tandem importante en cuestión de comodidad y seguridad del pie.
lunes, 4 de febrero de 2008
Lo que no debes de hacer en el gimnasio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario