La clave está en decidirse por un tono de base que se asemeje lo más posible al color de su rostro. Le presentamos una guía para distinguir que color es el que le irá mejor. Para los rostros de tonos amarillentos claros es conveniente utilizar una base color marfil para un acabado natural, y para los oscuros, una beige suave con un toque de amarillo.
En el caso de las pieles anaranjadas claras, la más adecuada es la beige, dentro de la misma gama, que tienda más al amarillo que al rojizo.
Para los rostros medianos ligeramente rojizos en las mejillas, la base deberá tener el mismo equilibrio de color entre los rojizos y los amarillos.
Pero si el color del rostro es anaranjado oscuro con pecas, requerirá una base que contenga más rojo que amarillo.
Si usted tiene la piel rojiza clara, una base rosada suave le otorgará un acabado luminosos y cálido. Si el rojo es más intenso, el tono de base que mejor se adapta será el beige rosa.
Para todos los tonos del rostro, siga este truco cuando esté por comprar la base: pruébela con la piel limpia en la mandíbula, para asegurarse de que no se marcará una línea de separación entre el rostro maquillado y el cuello. Espere unos minutos para que se asiente, en especial si tiene piel grasa. Trate de observar el color a la luz natural.
jueves, 7 de febrero de 2008
Para cada rostro su tono de base
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