martes, 12 de febrero de 2008

Trucos para una buena convivencia en pareja

1. Antes de la convivencia


Clave. Es fundamental mostrarnos tal y como somos en la convivencia diaria.


Durante la etapa del noviazgo, todos tratamos de ofrecer lo mejor de nosotros mismos, mostramos interés por los asuntos de nuestra pareja y procuramos ser muy agradables, sonreímos, tenemos sentido del humor, nos esforzamos por estar siempre atractivos, etc. Rara vez, nos quejamos de algo y todo nos parece maravilloso.

En muchas ocasiones, caemos en el error de idealizar a nuestra pareja y nuestra relación con ella. Por ello, es muy importante que seamos realistas y descubramos antes de la convivencia los aspectos que menos nos gustan de nuestra pareja y aceptarlos.

Otras veces, aunque sí conocemos esas características que no nos gustan de la persona que amamos, lo que sucede es que, aun conociéndolas, no le habíamos dado demasiada importancia y es en la convivencia cuando reparamos en ellas y nos molestan.

Lo cierto es que cuando empezamos a vivir juntos, descubrimos actitudes del otro que no nos imaginábamos, igualmente le sucede a nuestra pareja a quien tan solo le hemos mostrado la mejor parte de nosotros.

Por ello, es fundamental mostrarnos tal y como somos, con nuestros defectos y virtudes, sin temor a perder a la persona que amamos. Hemos de tener en cuenta que nuestra relación será un fracaso si tratamos de fingir lo que no somos o si ocultamos aspectos importantes de nuestra persona.

2. Pensarlo antes de vivir juntos


Debemos reflexionar y pensar ante de tomar la decisión de casarnos si realmente estamos dispuestos a aceptar los aspectos negativos de nuestra pareja y si estamos dispuestos a adaptarnos a las exigencias de la convivencia, o si por el contrario, creemos que vamos a seguir manteniendo una relación idílica, sin problemas.

Tenemos que ser realistas y ser conscientes de que a medida que pasa el tiempo surgen las diferencias. La rutina diaria, el cansancio, los problemas, estados de ánimo, etc., son obstáculos que se presentan en cualquier relación y que si no se afrontan con unidad, amor y esfuerzo, pueden deteriorar la convivencia.

No podemos pensar que la pasión del noviazgo va a durar siempre. Un amor sólido y duradero no se basa en el estado de embelesamiento en el que nos vemos envueltos al principio de una relación, sino en la voluntad de querernos.

Para ello, es muy importante luchar día a día para que ese amor funcione, tenemos que amarnos con entrega y saber que para que la convivencia funcione es preciso renuncia y esfuerzo, no debemos buscar nuestra propia felicidad sino la del otro.

3. Cómo lograr que la convivencia sea un éxito


Para que la convivencia sea un éxito, debemos tener una actitud madura y realista sobre las expectativas con nuestra pareja y sobre nuestra relación. Debemos reflexionar y pensar con detenimiento si realmente deseamos compartir nuestra vida con esa persona y si estamos dispuestos a ceder, realizar proyectos juntos, mejorar, compartir, quererla, afrontar juntos las dificultades, etc.

La comunicación y el respeto hacia nuestra pareja, son las bases fundamentales para alcanzar una relación afectiva satisfactoria.

A través de la comunicación tratamos de ser entendidos por el otro, al mismo tiempo que nosotros nos esforzamos en entender lo que el otro quiere transmitirnos. No se trata de hablar mucho, sino de comunicarse realmente, de descubrir qué le preocupa a nuestro cónyuge, cuáles son sus inquietudes, porqué esta triste o contento, etc.

En definitiva, la buena comunicación y el entendimiento es la mejor forma para poder ayudar a la persona que amamos, sirviéndole de apoyo e interesándonos por todo lo referente a ella.

El respeto es otra prioridad en toda relación. Debemos ser cuidadosos en las formas, no caer nunca en los insultos o descalificaciones y cuidar el trato que tengamos con nuestro cónyuge para que en ningún momento resulte ofensivo. En las discusiones debemos evitar siempre los gritos, insultos o malos gestos, de lo contrario, se perdería el respeto por la pareja y la relación se deterioraría siendo casi imposible recuperarla.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es la alegría y el sentido del humor. Debemos procura que nuestro hogar sea un lugar alegre, donde exista un ambiente cordial y cariñoso, procurando siempre agradar y entregar lo mejor de nosotros mismos y no recurrir nunca a los reproches ni al enfado sistemático.

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